SANTYAGO: Modelismo y Miniaturas

SANTYAGO: Modelismo y Miniaturas

domingo, 12 de febrero de 2012

" AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS "


  CAPÍTULO 1º 

" DESPERTAR EN NAM "      

                 
                                 

PRÓLOGO :

Parafraseando el título de una conocida -y vieja- serie televisiva, me ha parecido una buena idea comenzar una serie, digamos “intermitente” de artículos dedicados a aquellas figuras y maquetas realizadas en los “tiempos remotos” en que un servidor se dedicaba a montar y pintar con mayor o menor fortuna “tanquecitos y soldaditos” como les llamaba la gente por entonces y que a los que nos considerábamos “modelistos-as / maquetistos-as” nos sentaba y de hecho, sigue sentándonos, como una patada en las partes “pudendas”.


Bromas aparte, he de decir que aquellas figuras y maquetas de AIRFIX, ESCI, REVELL, MONOGRAM o TAMIYA, fueron el “caldo de cultivo” de gran parte de los aficionados -algunos hoy en día ya profesionales- de este mundillo tan peculiar como es el modelístico.

Cada vez que echo un vistazo a mis súper-pobladas vitrinas,  me vienen a la cabeza cantidad de recuerdos
-casi todos gratos- de aquella época en la que uno se tenía que hacer o fabricar prácticamente todos los accesorios y elementos para la construcción de un diorama, o “sacrificar” algunas figuras para obtenerlos, léase, mochilas, cantimploras, cascos, botas, armas......etc.


Así pues, comienzo hoy con este breve “prólogo”, ya que no se le puede dar la consideración de artículo por su breve duración, una serie de presentaciones relacionadas con mi historia como aficionado modelista. Como se dice en Galicia, donde resido desde hace muuuuchos años:
“NADIE NACE APRENDIDO”  y es cierto, sobre todo cuando estás alejado del mundillo digamos....."de élite”  que campaba por sus anchas en Madrid, Barcelona o Valladolid en aquellos días, tenías que suplir con ingenio la falta de materiales (pegamentos, plásticos, “puttys”, pinturas y demás).


Afortunadamente yo tenía la oportunidad -por mi trabajo- de asistir a cursos de formación de mi empresa tanto en Madrid como en Barcelona y aprovechaba todo el escaso tiempo libre que me quedaba diariamente para “patearme" calles y callejones, y buscar tiendas donde dejarme gran parte de las dietas de viaje y algo del sueldo para ir consiguiendo poco a poco parte lo que creía me haría falta en el futuro y así compartirlo con mis colegas de entonces, forzosamente tan “autodidactas” como un servidor.

En esta ocasión, os muestro algo que en su momento causó no poco revuelo y sorpresa entre mi grupo de colegas de afición, ya que se trata de mi -mejor dicho- “nuestra” primera incursión en la realización de moldes de silicona y vertidos de resina, que por entonces era transparente y cristalina -al menos la versión “barata” que podíamos permitirnos con nuestras mermadas y/o reducidas economías.....jejeje-


Mi buen amigo Daniel Arce y yo, que cuando lea esto que escribo esbozará una sonrisa -a buen seguro- al recordarlo,  nos planteamos la posibilidad de hacer una escena, no excesivamente grande, más bien una viñeta de 15x8 cms (ovalada) con dos figuras de VERLINDEN (Serie Viet-Nam) que incluyese distintos elementos con los que por entonces experimentábamos: la silicona, la resina, la pasta de madera para los terrenos, las barras de tiza escolar tallada con buril para simular muros de piedra, unos palillos de madera para “cóctel”......y no se nos ocurrió otra cosa que tratar de construir la escena “COMPLETA” y acto seguido reproducirla en resina (completa también), es decir, no hay absolutamente nada añadido después de vaciar el molde. “TODO” lo que se ve en la foto, es lo que se incluye en el diorama original.


Para ello, seguimos una premisa : todos los elementos que conformaban la escena debían situarse, de alguna manera, lo más “vertical” posible para facilitar la extracción de la pieza final del molde sin deteriorarlo -resultaba caro un molde de esas dimensiones- ya que no podíamos permitirnos un segundo intento. Para más “INRI” el diorama ya estaba “casi”  pintado y no sabíamos si el tiempo que la escena estaría  sumergida en la silicona, causaría daños a la pintura de las figuras o si la humedad del molde derretiría las partes de tiza o reblandecería la pasta de madera y saldría todo “hecho -literalmente- trizas”.

UUUUUFFFFF !!!  Demasiado riesgo, demasiada emoción y temores. Por ello es que esta escena tiene tan gratos recuerdos para mí ya que, por fortuna, todo salió a pedir de boca. Ni una sola pieza se despegó  o rompió en el proceso, de hecho, aún conservo las figuras originales, tal cual estaban en su momento. Las pinturas HUMBROL  aguantaron perfectamente y a nosotros se nos cayó la baba de satisfacción cuando salieron las primeras copias.



Figuras originales utilizadas como "master"

Por supuesto que aparecieron algunas pequeñas burbujas
-como es natural, ya que por entonces nada sabíamos de “cámaras de vacío”, “cargas de polvo de  tiza o pintura al pastel en polvo”  y demás parafernalia- ya que trabajamos a temperatura ambiente y con vertidos muuuuy lentos para darles tiempo a salir a la superficie. En fin, nada que unas pequeñas dosis de “Tamiya-Putty” no pudiesen solucionar al final.



Como se ve en las fotos que acompañan este texto, ni siquiera se llegaron a “taponar” correctamente todas las burbujas” y se aprecian algunos “fallitos” y “desperfectos” achacables a las prisas del momento;  y es que se trata de la 1ª copia obtenida, por lo tanto, un “incunable” de nuestros experimentos. Las posteriores fueron mejorando notablemente en calidad ya que la “carga” de polvo extra en la mezcla, hizo la resina más consistente.

Tras aquella experiencia, nos creímos “dueños del mundo modelístico” y nos propusimos algunas otras “hazañas experimentales” que..........bueno, eso ya es otra historia.

Hasta la próxima entrega amigos !!